Si uno pone atencin, no hay vidas planas. Cada existencia est llena de momentos mgicos, de pequeos o grandes milagros, sueos profticos, advertencias y avisos que proceden de otros planos o dimensiones.
Solemos pasar por alto o no dar mayor importancia a las extraas circunstancias en las que nos llegan las seales o los avisos. Preferimos no comentar con otras personas semejantes vivencias ante el temor de la incomprensin y la burla, o, por comodidad, hasta dudamos de lo que hemos experimentado o lo olvidamos. Pero un milagro, un aviso, un plpito, una corazonada, una intuicin o hasta un sueo, abren delante nuestro un abanico de posibilidades infinitas...