En los tiempos en que la Iglesia daba sus primeros pasos en la historia, en los tiempos apostlicos y ya entonces, alertaba eldiscpulo amado a los fieles sobre el hecho de que los tiempos del anti-cristo ya haban comenzado.As pues, la obra del anti-cristo, que para los creyentes representa un acontecimiento terminal y postrero, debe ser visto tambin, sin embargo, como operante desde los comienzos. El "misterio de iniquidad" ya est actuando, dice el Apstol a losTesalonicenses; ya est actuando, pero su manifestacin se dar al fin de los tiempos con caracteres inditos. Repetidos, pues, pero a la vez "novedosos". Y, entonces, estas tempestades, estas "olas" que recorren la descripcin del padre, y por las que el Enemigo ha sacudido a la barca en sus inicios, no sern las mismas con las que la sacuda al final?, las mismas, slo que mucho ms graves, porquehay caractersticas epocales diferentes, porque "mucha agua ha corrido bajo el puente", y porque los tiempos no avanzan en vano? Personalmente creo que es as, y que el valor fundamental que resulta de la lectura de esta obra del padre es laconviccin de que en estas tres "olas" se resumen los tipos de perturbacin esenciales que puede sufrir la Iglesia, y que ellas son las que hoy soporta de un modo acrecido y "terminal" (Federico Mihura Seeber, de la Introduccin)
En los tiempos en que la Iglesia daba sus primeros pasos en la historia, en los tiempos apostlicos y ya entonces, alertaba eldiscpulo amado a los fieles sobre el hecho de que los tiempos del anti-cristo ya haban comenzado.As pues, la obra del anti-cristo, que para los creyentes representa un acontecimiento terminal y postrero, debe ser visto tambin, sin embargo, como operante desde los comienzos. El "misterio de iniquidad" ya est actuando, dice el Apstol a losTesalonicenses; ya est actuando, pero su manifestacin se dar al fin de los tiempos con caracteres inditos. Repetidos, pues, pero a la vez "novedosos". Y, entonces, estas tempestades, estas "olas" que recorren la descripcin del padre, y por las que el Enemigo ha sacudido a la barca en sus inicios, no sern las mismas con las que la sacuda al final?, las mismas, slo que mucho ms graves, porquehay caractersticas epocales diferentes, porque "mucha agua ha corrido bajo el puente", y porque los tiempos no avanzan en vano? Personalmente creo que es as, y que el valor fundamental que resulta de la lectura de esta obra del padre es laconviccin de que en estas tres "olas" se resumen los tipos de perturbacin esenciales que puede sufrir la Iglesia, y que ellas son las que hoy soporta de un modo acrecido y "terminal" (Federico Mihura Seeber, de la Introduccin)