Max encuentra su voz en espaol con la ayuda de Lorito, el parlanchn loro de su abuela, en este dulce y conmovedor libro ilustrado. Max finds his Spanish-speaking voice with the help of his abuela's pet, Lorito, a talkative parrot, in this sweet and heartwarming picture book. Max no tiene confianza en su espaol, especialmente en pronunciar las erres, y sus primos siempre se burlan de l por ello. Pero le encanta pasar los fines de semana horneando con su abuela, quien habla espaol, mientras Lorito, el loro, ayuda a traducir. Pero cuando Lorito desaparece por un da, Max y Abuela deben descubrir cmo comunicarse. El espaol de Max no tiene que ser perfecto, y Abuela puede tratar de hablar un poco de ingls. Lo importante es intentarlo! Max isn't confident with his Spanish, especially rolling his Rs, and his cousins always tease him about it. But he loves spending weekends baking with his Spanish-speaking abuela, while Lorito the parrot helps translate. But when Lorito disappears for a day, Max and Abuela must figure out how to communicate. Max's Spanish doesn't have to be perfect, and Abuela can attempt a little English. Trying is what counts!
Max encuentra su voz en espaol con la ayuda de Lorito, el parlanchn loro de su abuela, en este dulce y conmovedor libro ilustrado. Max finds his Spanish-speaking voice with the help of his abuela's pet, Lorito, a talkative parrot, in this sweet and heartwarming picture book. Max no tiene confianza en su espaol, especialmente en pronunciar las erres, y sus primos siempre se burlan de l por ello. Pero le encanta pasar los fines de semana horneando con su abuela, quien habla espaol, mientras Lorito, el loro, ayuda a traducir. Pero cuando Lorito desaparece por un da, Max y Abuela deben descubrir cmo comunicarse. El espaol de Max no tiene que ser perfecto, y Abuela puede tratar de hablar un poco de ingls. Lo importante es intentarlo! Max isn't confident with his Spanish, especially rolling his Rs, and his cousins always tease him about it. But he loves spending weekends baking with his Spanish-speaking abuela, while Lorito the parrot helps translate. But when Lorito disappears for a day, Max and Abuela must figure out how to communicate. Max's Spanish doesn't have to be perfect, and Abuela can attempt a little English. Trying is what counts!