A l inicio de los tiempos, cuando el hombre fue suficientemente inteligente para observar los movimientos de los puntos luminosos en el cielo, apunt con atencin lo que ocurra ah arriba. La reflexin le lleg y medit sobre varias influencias certeras, como la del Sol de da, y la Luna de noche que cambiaba regularmente de forma. Se convenci pronto que los otros puntos luminosos, aunque infinitamente ms pequeos, eran casos similares. Ello tom miles de aos, por supuesto, lo que debemos admitir de entrada para mejor comprender el mecanismo.
Sin embargo, para los grandes sacerdotes de este pas que vivan en el quinto milenio a.C., este estudio del cielo y de sus configuraciones era el de las Combinaciones-Matemticas-divinas. Esta denominacin ilustrada consegua bien su objetivo, y en esa poca no haba ni astronoma ni astrologa, sino un clculo matemtico de las configuraciones celestes. La Fija era el Sol, Las Errantes los Planetas. Ms adelante veremos su nombre egipcio. Este clculo permita eliminar del entorno del pueblo, de su pas, de su rey y de sus consejeros todas las ondas malficas con el fin de permanecer en armona con el cielo. Lo que est abajo deba ser como lo que est arriba para armonizar al Creador con sus criaturas y su creacin.