50 palos no es una biografa, porque las biografas huelen a muerto, dice Pau Dons. As que si hay modo alguno de entender este libro es como una reflexin, una charla amistosa que se alarga hasta la madrugada y en la que Pau da cuenta de sus mejores momentos, pero tambin de los peores. Del suicidio de una madre, del fracaso amoroso, de una carrera con altibajos que cuando de repente repunta queda interrumpida por un diagnstico atroz, cncer de colon. Pero no es este lugar para lamentos ni para la melancola. Porque este es un libro optimista, como la msica de Jarabe de Palo, como la filosofa que rige la vida de Pau. Este es un libro tierno, honesto, divertido y cido, incluso. Y emotivo. Una respuesta a todas las preguntas que tantos periodistas nunca le hicieron o que si le hicieron no quiso responder y que ahora, ante la perspectiva de una nueva vida, se ha propuesto escribir. Superado el cncer pero con su presencia siempre amenazante, Pau Dons se ha propuesto dar cuenta de una vida intensa, plagada de grandes xitos y de sonoros fracasos
50 palos no es una biografa, porque las biografas huelen a muerto, dice Pau Dons. As que si hay modo alguno de entender este libro es como una reflexin, una charla amistosa que se alarga hasta la madrugada y en la que Pau da cuenta de sus mejores momentos, pero tambin de los peores. Del suicidio de una madre, del fracaso amoroso, de una carrera con altibajos que cuando de repente repunta queda interrumpida por un diagnstico atroz, cncer de colon. Pero no es este lugar para lamentos ni para la melancola. Porque este es un libro optimista, como la msica de Jarabe de Palo, como la filosofa que rige la vida de Pau. Este es un libro tierno, honesto, divertido y cido, incluso. Y emotivo. Una respuesta a todas las preguntas que tantos periodistas nunca le hicieron o que si le hicieron no quiso responder y que ahora, ante la perspectiva de una nueva vida, se ha propuesto escribir. Superado el cncer pero con su presencia siempre amenazante, Pau Dons se ha propuesto dar cuenta de una vida intensa, plagada de grandes xitos y de sonoros fracasos