'Con permiso' es una reflexin abierta y sincera sobre la situacin real de la Iglesia y la prctica actual del cristianismo. El autor nos traslada algunas preguntas inquietantes y pensamientos desde el corazn que no pueden dejarnos indiferentes. A lo largo de mi ministerio he llegado a cometer sistemticamente dos errores de manera constante: He elevado ciertas 'formas' a la categora de 'principios', y he degradado ciertos 'principios' a la categora de 'formas' . Desde esta confesin inicial, el autor aborda y analiza seriamente diversos temas retndonos a situarlos a la luz del Evangelio y de la Palabra de Dios, examinando si verdaderamente estamos cumpliendo las instrucciones de Jesucristo para su Iglesia. Confundir lo emocional con lo espiritual, darle ms importancia a ciertas ideas, experiencias, estrategias, o incluso doctrinas, que al propio evangelio de Jesucristo es un error grave. Esta terrible incapacidad de distinguir entre lo esencial y lo secundario nos roba una cantidad enorme de energa, desva nuestra atencin de lo verdaderamente importante, nos resta eficacia como iglesia en el mundo y nos enreda en mil discusiones estriles .
'Con permiso' es una reflexin abierta y sincera sobre la situacin real de la Iglesia y la prctica actual del cristianismo. El autor nos traslada algunas preguntas inquietantes y pensamientos desde el corazn que no pueden dejarnos indiferentes. A lo largo de mi ministerio he llegado a cometer sistemticamente dos errores de manera constante: He elevado ciertas 'formas' a la categora de 'principios', y he degradado ciertos 'principios' a la categora de 'formas' . Desde esta confesin inicial, el autor aborda y analiza seriamente diversos temas retndonos a situarlos a la luz del Evangelio y de la Palabra de Dios, examinando si verdaderamente estamos cumpliendo las instrucciones de Jesucristo para su Iglesia. Confundir lo emocional con lo espiritual, darle ms importancia a ciertas ideas, experiencias, estrategias, o incluso doctrinas, que al propio evangelio de Jesucristo es un error grave. Esta terrible incapacidad de distinguir entre lo esencial y lo secundario nos roba una cantidad enorme de energa, desva nuestra atencin de lo verdaderamente importante, nos resta eficacia como iglesia en el mundo y nos enreda en mil discusiones estriles .