En junio de 1917, el general John Pershing lleg a Francia con el objetivo de establecer las fuerzas norteamericanas en Europa. Descubri rpido que comunicarse con las tropas destacadas en el campo de batalla era imposible. Necesitaba operadores capaces de gestionar las conexiones con rapidez y precisin, que hablaran perfectamente francs e ingls, que mantuvieran la serenidad en caso de encontrarse bajo el fuego enemigo y que fuesen totalmente discretos, puesto que las comunicaciones contenan informacin clasificada. Respondieron al anuncio ms de 7600 mujeres, entre ellas Grace Banker, que trabajaba en AT&T impartiendo cursos de manejo de centralitas; Marie Miossec, francesa y cantante de pera; y Valerie DeSmedt, de veinte aos, operadora en Pacific Telephone y decidida a luchar a favor de Blgica, su pas de origen. Las tres estuvieron entre las primeras mujeres que juraron lealtad al Ejrcito de los Estados Unidos. Los soldados varones a los que sustituyeron necesitaban un minuto para conectar una llamada. Las soldados de centralita lo hacan en solo diez segundos. Ridiculizadas a veces con el mote de chicas hola, las mujeres del Cuerpo de Seales del Ejrcito de los Estados Unidos sirvieron con honor y jugaron un papel esencial en la consecucin de la victoria aliada. El riesgo de muerte era real --trabajaban mientras llovan bombas a su alrededor--, igual que la amenaza de una nueva enfermedad mortal: la gripe espaola. No todas las operadoras telefnicas lograran sobrevivir. Su historia nunca haba sido el eje central de una novela... hasta ahora.
En junio de 1917, el general John Pershing lleg a Francia con el objetivo de establecer las fuerzas norteamericanas en Europa. Descubri rpido que comunicarse con las tropas destacadas en el campo de batalla era imposible. Necesitaba operadores capaces de gestionar las conexiones con rapidez y precisin, que hablaran perfectamente francs e ingls, que mantuvieran la serenidad en caso de encontrarse bajo el fuego enemigo y que fuesen totalmente discretos, puesto que las comunicaciones contenan informacin clasificada. Respondieron al anuncio ms de 7600 mujeres, entre ellas Grace Banker, que trabajaba en AT&T impartiendo cursos de manejo de centralitas; Marie Miossec, francesa y cantante de pera; y Valerie DeSmedt, de veinte aos, operadora en Pacific Telephone y decidida a luchar a favor de Blgica, su pas de origen. Las tres estuvieron entre las primeras mujeres que juraron lealtad al Ejrcito de los Estados Unidos. Los soldados varones a los que sustituyeron necesitaban un minuto para conectar una llamada. Las soldados de centralita lo hacan en solo diez segundos. Ridiculizadas a veces con el mote de chicas hola, las mujeres del Cuerpo de Seales del Ejrcito de los Estados Unidos sirvieron con honor y jugaron un papel esencial en la consecucin de la victoria aliada. El riesgo de muerte era real --trabajaban mientras llovan bombas a su alrededor--, igual que la amenaza de una nueva enfermedad mortal: la gripe espaola. No todas las operadoras telefnicas lograran sobrevivir. Su historia nunca haba sido el eje central de una novela... hasta ahora.
