Ao del Seor de 1781, misin de San Gabriel, California. El padre prior, fray Daniel Cepeda, alarmado ante la oleada de asaltos de los indios yumas (cuya inequvoca y cruel firma es dejar clavados, a la vista de todo el mundo, los despojos de sus vctimas con espinas del arbusto conocido como rosa de California) escribe alarmado al gobernador y capitn general don Felipe de Neve solicitando el amparo de los dragones de su majestad el rey. Los indmitos guerreros yuma, entre ellos la joven Luna Solitaria, son cada vez ms temibles en sus incursiones. Si antes haban sido los comanches sus objetivos de sangre, ahora eran los blancos y en especial los frailes de las misiones hispanas y quienes vivan en ellas, mestizos, criollos y mexicanos. Debern ahora enfrentarse a las tropas del capitn de dragones Martn de Arellano, conocido en todo el virreinato de Nueva Espaa, desde las selvas de Guatemala hasta Arkansas, como el Capitn Grande, como lo llamaban los comanches tnkawas, los siri, wichitas y yumas.
Ao del Seor de 1781, misin de San Gabriel, California. El padre prior, fray Daniel Cepeda, alarmado ante la oleada de asaltos de los indios yumas (cuya inequvoca y cruel firma es dejar clavados, a la vista de todo el mundo, los despojos de sus vctimas con espinas del arbusto conocido como rosa de California) escribe alarmado al gobernador y capitn general don Felipe de Neve solicitando el amparo de los dragones de su majestad el rey. Los indmitos guerreros yuma, entre ellos la joven Luna Solitaria, son cada vez ms temibles en sus incursiones. Si antes haban sido los comanches sus objetivos de sangre, ahora eran los blancos y en especial los frailes de las misiones hispanas y quienes vivan en ellas, mestizos, criollos y mexicanos. Debern ahora enfrentarse a las tropas del capitn de dragones Martn de Arellano, conocido en todo el virreinato de Nueva Espaa, desde las selvas de Guatemala hasta Arkansas, como el Capitn Grande, como lo llamaban los comanches tnkawas, los siri, wichitas y yumas.