Esta historia podra empezar con una carta de Helen a su hermana. Howards End. Martes. Queridsima Meg: Esto no tiene nada que ver con lo que nos habamos imaginado. La casa es vieja, pequea, de ladrillo rojo y, en conjunto, una delicia. Apenas cabemos y no s lo que va a pasar cuando maana llegue Paul, el hijo menor. A derecha e izquierda del vestbulo estn el comedor y el saloncito. El mismo vestbulo es prcticamente una habitacin ms. Una puerta da a la escalera que sube por una especie de tnel al piso de arriba. En el piso de arriba hay tres dormitorios en hilera y, sobre cada dormitorio, una buhardilla. A decir verdad, la casa no acaba ah, pero eso es todo lo que se ve: nueve ventanas segn se mira desde el jardn.
Esta historia podra empezar con una carta de Helen a su hermana. Howards End. Martes. Queridsima Meg: Esto no tiene nada que ver con lo que nos habamos imaginado. La casa es vieja, pequea, de ladrillo rojo y, en conjunto, una delicia. Apenas cabemos y no s lo que va a pasar cuando maana llegue Paul, el hijo menor. A derecha e izquierda del vestbulo estn el comedor y el saloncito. El mismo vestbulo es prcticamente una habitacin ms. Una puerta da a la escalera que sube por una especie de tnel al piso de arriba. En el piso de arriba hay tres dormitorios en hilera y, sobre cada dormitorio, una buhardilla. A decir verdad, la casa no acaba ah, pero eso es todo lo que se ve: nueve ventanas segn se mira desde el jardn.