Uno de los signos ms caractersticos y significativos de la hostilidad de los judos hacia los europeos es su odio al cristianismo. Rosenberg da muestras de este odio a partir del Talmud, as como de la obra llamada Toledot Yeshu, que pretende dar cuenta de la vida de Jess. De hecho, no es sorprendente que la Iglesia proscribiera cada vez ms las obras judas:

Imaginemos la situacin: en los estados cristianos vive un pueblo extranjero que vilipendia amargamente al fundador de la religin del estado en sus libros, que toda la semana en la sinagoga pronuncia la maldicin de su dios sobre los cristianos y que de otras maneras no oculta su odio. Incluso una Iglesia menos consciente de s misma que la romana habra tenido que tomar medidas masivas para poner fin a esta situacin.

Es interesante que las quemas de libros judos que comenzaron en el siglo XIII fueran iniciadas de hecho por los propios judos que se oponan a los escritos herticos de Moiss Maimnides. Del mismo modo, las quemas del Talmud que siguieron fueron instigadas principalmente por judos conversos, que mostraron la misma intolerancia en su recin descubierto catolicismo que en su judasmo anterior. Rosenberg llega incluso a atribuir las persecuciones anticientficas de la Iglesia Catlica Romana contra pensadores como Galilei y Bruno a la adopcin de una intolerancia juda dentro de su propio sistema eclesistico. De hecho, durante la Inquisicin, los perseguidores ms temidos, incluido Torquemada, eran judos conversos

El rastro del judo a travs de los tiempos