Hctor Belascoarn Shayne es un hijo de la ms vibrante ciudad de este planeta, la Ciudad de Mxico, un monstruo urbano que est a caballo entre el primer y tercer mundo, donde la violencia poltica y social llama a la puerta con demasiada frecuencia, donde la corrupcin y los abusos del poder se cruzan con los absurdos de la vida cotidiana, todo ello bajo la luz ms maravillosa del mundo, a la que no le molesta la contaminacin. Como detective independiente, en una sociedad donde la honestidad y la curiosidad se encuentran bajo sospecha, las historias en las que se involucra van desde la accidental persecucin del enemigo pblico nmero 1, que claro est, es un jefe policiaco; hasta el enfrentamiento con un asesino de mujeres, pasando por la bsqueda del perdido pectoral de Moctezuma o de una conocida actriz de cine que desaparece en la frontera con Estados Unidos. Probablemente sea un desastre con un revlver en la mano, o sus conocimientos cientficos no le permitan distinguir entre un licuado de pltano y una copa de arsnico, pero este hombre, que recorre una y otra vez la ciudad hacindola suya, gana sus batallas a punta de tenacidad.
Hctor Belascoarn Shayne es un hijo de la ms vibrante ciudad de este planeta, la Ciudad de Mxico, un monstruo urbano que est a caballo entre el primer y tercer mundo, donde la violencia poltica y social llama a la puerta con demasiada frecuencia, donde la corrupcin y los abusos del poder se cruzan con los absurdos de la vida cotidiana, todo ello bajo la luz ms maravillosa del mundo, a la que no le molesta la contaminacin. Como detective independiente, en una sociedad donde la honestidad y la curiosidad se encuentran bajo sospecha, las historias en las que se involucra van desde la accidental persecucin del enemigo pblico nmero 1, que claro est, es un jefe policiaco; hasta el enfrentamiento con un asesino de mujeres, pasando por la bsqueda del perdido pectoral de Moctezuma o de una conocida actriz de cine que desaparece en la frontera con Estados Unidos. Probablemente sea un desastre con un revlver en la mano, o sus conocimientos cientficos no le permitan distinguir entre un licuado de pltano y una copa de arsnico, pero este hombre, que recorre una y otra vez la ciudad hacindola suya, gana sus batallas a punta de tenacidad.