Aquella tarde de diciembre los nios del pequeo pueblo La Armona se lanzaron a la calle para divertirse despus de la primera nevada abundante del ao. Todos estaban ansiosos por deslizarse en sus trineos. Los senderos elegidos eran tres. Uno de pendiente suave, terminaba en una planicie y generalmente estaba lleno de nios y nias; otro cruzaba el lago helado y lo preferan los patinadores ms temerarios; el tercero bajaba desde el cerro y mora bruscamente, al llegar a la cerca que rodeaba la carretera. Encaramados o sentados sobre la cerca, varios muchachos y nias descansaban despus de una veloz carrera y se divertan haciendo comentarios de sus compaeros que jugaban sobre la nieve.
Aquella tarde de diciembre los nios del pequeo pueblo La Armona se lanzaron a la calle para divertirse despus de la primera nevada abundante del ao. Todos estaban ansiosos por deslizarse en sus trineos. Los senderos elegidos eran tres. Uno de pendiente suave, terminaba en una planicie y generalmente estaba lleno de nios y nias; otro cruzaba el lago helado y lo preferan los patinadores ms temerarios; el tercero bajaba desde el cerro y mora bruscamente, al llegar a la cerca que rodeaba la carretera. Encaramados o sentados sobre la cerca, varios muchachos y nias descansaban despus de una veloz carrera y se divertan haciendo comentarios de sus compaeros que jugaban sobre la nieve.