La mayora de la gente cree que existe Dios, un poder superior, una deidad. La Biblia es clara, hay un solo Dios, l es exaltado y levantado en alto. No hay otro. En la cosmovisin actual que enfrenta el cristianismo hoy en da, encontramos dioses patticos que deben cumplir reglas, someterse a sus mandatos, pedir permiso e incluso conferir todos nuestros caprichos. Las iglesias se han convertido en la competencia de los clubes nocturnos, y la gente ha perdido todo sentido de reverencia por quin es el Dios Santo. Tenemos que volver a las Escrituras. Necesitamos venir y conocer a Dios de nuevo. El pueblo que confiesa su nombre con ansia debe arrepentirse, buscar a Dios segn la santa Palabra y volver a la predicacin del Evangelio. Slo all est el poder para la Salvacin, de Dios la ira eterna. Samuel Santiago ha estado yendo a la iglesia desde nueve meses antes de nacer. Con el tiempo, su padre paso a ser pastor y todo en casa estaba rodeado por el cristianismo. Mam se tom el tiempo de ensear versculos de la Biblia todas las noches hasta que los memorizara y luego pasara a otro. Dios lo salv a los quince aos y a los dieciocho se fue a estudiar teologa. Este libro surge como consecuencia de una visin cada vez ms degenerada de quin es el Dios soberano en el cristianismo de hoy. Con su pasada experiencia pastoral, docente y radiofnica, el autor ha observado cmo el humanismo ha influido en la iglesia y pretende forzar al Gran Dios a un jaque mate. Tiene una hija y dos hijos.
La mayora de la gente cree que existe Dios, un poder superior, una deidad. La Biblia es clara, hay un solo Dios, l es exaltado y levantado en alto. No hay otro. En la cosmovisin actual que enfrenta el cristianismo hoy en da, encontramos dioses patticos que deben cumplir reglas, someterse a sus mandatos, pedir permiso e incluso conferir todos nuestros caprichos. Las iglesias se han convertido en la competencia de los clubes nocturnos, y la gente ha perdido todo sentido de reverencia por quin es el Dios Santo. Tenemos que volver a las Escrituras. Necesitamos venir y conocer a Dios de nuevo. El pueblo que confiesa su nombre con ansia debe arrepentirse, buscar a Dios segn la santa Palabra y volver a la predicacin del Evangelio. Slo all est el poder para la Salvacin, de Dios la ira eterna. Samuel Santiago ha estado yendo a la iglesia desde nueve meses antes de nacer. Con el tiempo, su padre paso a ser pastor y todo en casa estaba rodeado por el cristianismo. Mam se tom el tiempo de ensear versculos de la Biblia todas las noches hasta que los memorizara y luego pasara a otro. Dios lo salv a los quince aos y a los dieciocho se fue a estudiar teologa. Este libro surge como consecuencia de una visin cada vez ms degenerada de quin es el Dios soberano en el cristianismo de hoy. Con su pasada experiencia pastoral, docente y radiofnica, el autor ha observado cmo el humanismo ha influido en la iglesia y pretende forzar al Gran Dios a un jaque mate. Tiene una hija y dos hijos.