EXPLORANDO LA SANTIDAD CRISTIANA, Tomo 3, presenta sistemticamente la doctrina de la santidad como un todo coherente. Por tanto, difiere de la exgesis sinptica del primer tomo y del estudio histrico del segundo. Si la santidad ha de experimentarse como un privilegio de gracia, en vez de ser meramente un tema de especulacin, debemos mostrar su lugar central en el plan de salvacin y la forma de alcanzarla. Este es el objetivo constante y supremo en el mtodo de tratamiento que se le da a la santidad en este tomo. Por esta razn, la santidad se trata no como un ideal que se deba elogiar, sino como una relacin con Dios y un estado del alma que se debe gozar. La clave no es el tiempo, sino la fe. Los ideales (si tienen algn valor) representan normas a las que aspiramos. El concepto tiene que ver con el crecimiento en la gracia y con la madurez del carcter cristiano. Sin embargo, la santidad es una experiencia del corazn que est asequible -de hecho, es obligatoria- ahora mismo. Aquella "santidad" que se ubica en un terreno ilusorio de ideas efmeras, pronto es interpretada en forma romntica y humanista, y deja de ser evanglica o bblica.
EXPLORANDO LA SANTIDAD CRISTIANA, Tomo 3, presenta sistemticamente la doctrina de la santidad como un todo coherente. Por tanto, difiere de la exgesis sinptica del primer tomo y del estudio histrico del segundo. Si la santidad ha de experimentarse como un privilegio de gracia, en vez de ser meramente un tema de especulacin, debemos mostrar su lugar central en el plan de salvacin y la forma de alcanzarla. Este es el objetivo constante y supremo en el mtodo de tratamiento que se le da a la santidad en este tomo. Por esta razn, la santidad se trata no como un ideal que se deba elogiar, sino como una relacin con Dios y un estado del alma que se debe gozar. La clave no es el tiempo, sino la fe. Los ideales (si tienen algn valor) representan normas a las que aspiramos. El concepto tiene que ver con el crecimiento en la gracia y con la madurez del carcter cristiano. Sin embargo, la santidad es una experiencia del corazn que est asequible -de hecho, es obligatoria- ahora mismo. Aquella "santidad" que se ubica en un terreno ilusorio de ideas efmeras, pronto es interpretada en forma romntica y humanista, y deja de ser evanglica o bblica.