Que la civilizacin occidental atraviesa hoy en da un periodo de crisis, es algo que resulta evidente tambin para una consideracin superficial. Expresiones tales como "recodo de la historia", "punto de transicin", "Sturm und Drang", etc., se han hecho ya de domino pblico y se sienten repetir por doquier hasta el aburrimiento. Resulta tambin aproximadamente algo sumamente claro que la crisis actual supera en gran medida toda otra que sea posible rastrear en el pasado: y ello, por el hecho mismo del despliegue del espritu moderno en nuevas, mltiples ramas en las cuales sin embargo hoy, en gran medida, est presente el momento crtico: el mismo transmuta de la conciencia racional a la religiosa, del arte a la economa, de las ciencias de la naturaleza a la tica. En todos estos campos igualmente los antiguos principios trastabillan, las antiguas certidumbres no satisfacen ms y el calor de la crtica y de la negacin a mala pena logra esconder un sentido general de insuficiencia y de desazn.
Ante un tal estado de cosas se presentan casi espontneamente dos problemas: en primer lugar el de ver si los diferentes momentos crticos en las distintas disciplinas no se vinculan a una nica crisis del espritu en general, del cual no estaran sino las apariciones de acuerdo a formas adecuadas a la diversidad de aquellas mismas disciplinas; y, en tal caso, se trata de determinar la naturaleza y la razn de este nico elemento, que constituira la temtica principal de esta poca. El segundo problema sera el de ver si la crisis aludida sea meramente negativa, si preludia la disolucin, el pralaya de la totalidad de un ciclo de civilizacin (Spengler), o bien si no esconde en cambio el despertar y brote de una nueva vida o positividad; de la cual sera entonces necesario determinar la naturaleza, y por lo tanto poder esclarecer el camino que, ms all de las ruinas y de la angustia, nuestra voluntad y nuestra insatisfaccin se deben crear.