En este libro, el autor nos da una idea de lo que puede significar que un correcaminos se nos atraviese en una vereda o carretera, la sigilosa presencia de tigrillos o que un zorrillo merodee en el jardn, que el gato se suba en nuestro pecho cuando estamos enfermos. Tambin habla de cmo interpretar el aullido de una coyota, los tecuruqueos de tecolotes, los aullidos lastimeros de perros, los graznidos de cuervos, el cascabeleo de vboras, el temible canto del ahuichote. De igual modo, alude a los pumas protectores o al nagualismo a travs de la transfiguracin de lechuzas o la simbiosis entre humanos y animales. As, las criaturas del bestiario aludidas en esta obra son seres arquetpicos, mgicos, totmicos, agoreros; pueden ser benficos o melficos, hroes culturales o mensajeros de los dioses. Es fauna que habita en los pueblos y comunidades altiplanenses que no han avanzado a la par con el progreso y la globalizacin, fauna que en muchos casos convive con los pobladores de manera cotidiana.
En este libro, el autor nos da una idea de lo que puede significar que un correcaminos se nos atraviese en una vereda o carretera, la sigilosa presencia de tigrillos o que un zorrillo merodee en el jardn, que el gato se suba en nuestro pecho cuando estamos enfermos. Tambin habla de cmo interpretar el aullido de una coyota, los tecuruqueos de tecolotes, los aullidos lastimeros de perros, los graznidos de cuervos, el cascabeleo de vboras, el temible canto del ahuichote. De igual modo, alude a los pumas protectores o al nagualismo a travs de la transfiguracin de lechuzas o la simbiosis entre humanos y animales. As, las criaturas del bestiario aludidas en esta obra son seres arquetpicos, mgicos, totmicos, agoreros; pueden ser benficos o melficos, hroes culturales o mensajeros de los dioses. Es fauna que habita en los pueblos y comunidades altiplanenses que no han avanzado a la par con el progreso y la globalizacin, fauna que en muchos casos convive con los pobladores de manera cotidiana.
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