La Iglesia Catlica est unida @ntimamente a todos los ciclos humanos a travs de los tiempos. Esto no quiere decir que la Iglesia debe reflejar estos ciclos, sino por el contrario, debe permanentemente reflejar a Dios en todos los tiempos. En el ciclo presente estamos viviendo el triste fenmeno de una Iglesia Catlica que refleja ms las inuencias del mundo y no las del Espritu de Dios. En este libro el autor hace el esfuerzo por denunciar con caridad, muchos de los aspectos en que tanto el clero, como los religiosos(as) y el laicado en general, han cado y se han alejado de la misin evanglica que nos ha encomendado nuestro Seor Jesucristo por medio de sus apstoles. Denunciar no signica acusar, ni juzgar, por el contrario, es la sangre del ministerio proftico que recibimos con el bautismo. La invitacin a leer este libro, es para que fortalezcamos y concreticemos nuestra batalla espiritual por la defensa y conquista de las almas para el Reino de Dios.
La Iglesia Catlica est unida @ntimamente a todos los ciclos humanos a travs de los tiempos. Esto no quiere decir que la Iglesia debe reflejar estos ciclos, sino por el contrario, debe permanentemente reflejar a Dios en todos los tiempos. En el ciclo presente estamos viviendo el triste fenmeno de una Iglesia Catlica que refleja ms las inuencias del mundo y no las del Espritu de Dios. En este libro el autor hace el esfuerzo por denunciar con caridad, muchos de los aspectos en que tanto el clero, como los religiosos(as) y el laicado en general, han cado y se han alejado de la misin evanglica que nos ha encomendado nuestro Seor Jesucristo por medio de sus apstoles. Denunciar no signica acusar, ni juzgar, por el contrario, es la sangre del ministerio proftico que recibimos con el bautismo. La invitacin a leer este libro, es para que fortalezcamos y concreticemos nuestra batalla espiritual por la defensa y conquista de las almas para el Reino de Dios.
