Saba que los gatos eran extremadamente sagrados en el antiguo Egipto y que quienes mataban a uno podan ser castigados con la muerte?
Segn muchos egiptlogos, los antiguos egipcios nunca consideraron dioses a los animales. En cambio, los consideraban la personificacin de sus poderosas deidades, lo que explica por qu los egipcios representaban a menudo a sus antiguos dioses con cabezas de animales. Lo mismo puede decirse de los gatos: no se los adoraba, pero se les tena en gran estima. Antes de convertirse en smbolos de divinidad y proteccin, los egipcios solan adoptar a los gatos por su utilidad como depredadores. Los gatos se utilizaban para proteger los hogares de plagas y animales peligrosos, como ratas y serpientes.
Los persas, sin embargo, se aprovecharon del amor de los egipcios por los gatos. En un esfuerzo por cambiar las tornas en una batalla, los persas marcharon al campo de batalla con un gran nmero de gatos, lo que provoc la rendicin de las tropas egipcias. Por supuesto, no est claro si esto es verdico o no, especialmente tomando en cuenta que muchos de los registros antiguos eran exagerados o tendenciosos, por lo que a los lectores curiosos les puede resultar un poco difcil explorar el auge y la cada del antiguo Egipto.
Sin embargo, con este libro totalmente nuevo y apasionante, podr explorar fcilmente el interesante viaje del antiguo reino, desde la primera unificacin de sus tierras hasta su poca ms gloriosa de los gobernantes del Imperio Nuevo y la cada del reino a manos de Augusto.
He aqu solo una pequea parte de lo que descubrir
- Las misteriosas identidades de Narmer y Menes, el primer faran de Egipto.
- Cmo se construy la Gran Pirmide de Guiza con manos humanas.
- El peligroso viaje al reino de los muertos.
- El detallado proceso de momificacin.
- Cmo Egipto se vio obligado a inclinarse ante su primer faran extranjero.
- La mayor guerra de carros de la historia entre egipcios e hititas.
- Cmo influyeron las creencias religiosas de Egipto en su gobierno.
- La cada de Egipto tras la muerte de Cleopatra VII.
- Y mucho ms!