Que suceder a si Dios estuviera constantemente lanzando se ales de humo para llamar nuestra atenci n? Que pasar a si hubiera un Principio Organizador Supremo con un sentido del humor muy particular? Y que tal si cada uno de nosotros tuviera un ardiente
Que suceder a si Dios estuviera constantemente lanzando se ales de humo para llamar nuestra atenci n? Que pasar a si hubiera un Principio Organizador Supremo con un sentido del humor muy particular? Y que tal si cada uno de nosotros tuviera un ardiente