La excelencia relojera japonesa tiene nombre propio: Grand Seiko. El primer Grand Seiko se lanzó en 1960 con el objetivo de desafiar el estatus de los relojes suizos y, al mismo tiempo, cambiar la percepción general sobre los relojes japoneses. De tacto, en mi opinión, lo ha conseguido. No en vano, un Grand Seiko GMT Hi-Beat (oscilaba a 36.000 alternancias por hora) fue galardonado con el premio “Petite Aiguille” en el prestigioso certamen del “Grand Prix d’Horlogerie de Genéve” de 2014. En 2017, la matriz decide hacer de la gama Grand Seiko una marca independiente y adscrita de lleno en el lujo. Los Grand Seiko responden a nueve elementos característicos, definidos en base a tres principios de diseño: superficies planas y curvas bidimensionales: las superficies planas de la caja, la…
You're reading a preview of
MDT (Digital) - 1 Issue, no. 102