NO SABRÍAMOS cómo definir este gran día. Disfrutamos de cada minuto junto a nuestros familiares y amigos. Todo empezó en la iglesia de la Concepción, donde tuvo lugar la ceremonia religiosa, y después lo celebramos en la Finca de la Concepción.
No tenía muy claro cómo quería el vestido, lo único que tenía claro es que las mangas tenían que ser largas y, además, me hacía mucha ilusión casarme con el encaje que llevó el día de su boda mi abuela. Carmen de Pablo, la diseñadora de mi traje, me ayudó muchísimo. Nada más conocernos supe que había entendido perfectamente mi estilo. Y lo acompañé con la diadema y pendientes de mi familia, con los que también se casó mi madre. Y como no podía ser de otra manera, llevé…
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¡HOLA! FASHION (Digital) - 1 Issue, No. 46