El proyecto, concebido por el Tal ler de Arquitectura Miguel Montor, se inscribe en el ambicioso Programa de Mejoramiento Urbano (PMU) de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano. El Ágora Barranca San Marcos no solo es una obra arquitectónica audaz, sino un ejercicio que apuesta por la creación de nuevos hitos y oportunidades. Se trata de una transformación de 180 grados liderada por Montor, quien transformó un terreno abandonado y saturado de basura en un espacio cultural y deportivo para el desarrollo comunitario.
La iniciativa se enfocó en superar las limitaciones del terreno, previamente utilizado como basurero, proponiendo un programa sencillo pero efectivo para generar un auténtico centro de barrio. El resultado es una estructura polifacética desplegada en terrazas que se entrelazan de manera natural, generando recorridos fluidos entre calles, con un mirador como punto central que, además de ofrecer vistas panorámicas espectaculares, incorpora una gama de instalaciones multifuncionales que garantizan la apropiación ciudadana del espacio. Con una multicancha, un taller, una biblioteca y una garita de vigilancia, el proyecto se convierte en un enclave digno, inclusivo y seguro para la comunidad.
El mirador, situado a 25 metros de altura, se alza como un espacio de derecho al ocio que, al mismo tiempo, brinda una nueva óptica de apreciación del sitio para los locales.
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Montor señaló: “Al estar ubicado en un punto considerablemente alto, cuenta con una vista desde el terreno que es de gran provecho, por lo que decidimos generar un faro mirador como símbolo de cam...
La iniciativa se enfocó en superar las limitaciones del terreno, previamente utilizado como basurero, proponiendo un programa sencillo pero efectivo para generar un auténtico centro de barrio. El resultado es una estructura polifacética desplegada en terrazas que se entrelazan de manera natural, generando recorridos fluidos entre calles, con un mirador como punto central que, además de ofrecer vistas panorámicas espectaculares, incorpora una gama de instalaciones multifuncionales que garantizan la apropiación ciudadana del espacio. Con una multicancha, un taller, una biblioteca y una garita de vigilancia, el proyecto se convierte en un enclave digno, inclusivo y seguro para la comunidad.
El mirador, situado a 25 metros de altura, se alza como un espacio de derecho al ocio que, al mismo tiempo, brinda una nueva óptica de apreciación del sitio para los locales.
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Montor señaló: “Al estar ubicado en un punto considerablemente alto, cuenta con una vista desde el terreno que es de gran provecho, por lo que decidimos generar un faro mirador como símbolo de cam...
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Architectural Digest Mexico (Digital) - 1 Issue, marzo 2024